Historias de la familia |
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Los nietos de San Ildefonso
El 22 de diciembre es el día del sorteo de «El Gordo», la lotería de navidad. Cuando veo las noticias por la noche y salen los niños de San Ildefonso, no puedo evitar pensar: «Mira, los niños de San Ildefonso. Ahí estaba mi abuelo de pequeño.»
El Colegio de San Ildefonso era un colegio para niños huérfanos. Según cuentan en su propia página web, fue fundado por el Ayuntamiento de Madrid en el s. XV «como un centro de beneficencia que acogía a niños abandonados, facilitándoles su educación.»
Que mi abuelo estuviera allí acogido no era una leyenda familiar porque era algo que conocíamos de primera mano: cuando murió su padre, la madre de mi abuelo (Ignacia García del Pozo) pasó por muchas dificultades económicas y no podía hacerse cargo de sus dos hijos así que solicitó plaza para su hijo pequeño, mi abuelo (Carlos Magariños). El mayor (Antonio Magariños) permaneció con ella.
Mi abuelo conservó en casa toda su vida la instancia que entregó su madre solicitando la plaza en el colegio. En ella se incluían diversos certificados de bautismo, matrimonio y defunción. Gracias a que el abuelo conservara esos papeles, hemos podido ir tirando del hilo y encontrar información sobre esta rama de la familia.
Esta fue más o menos la sucesión de los hechos:
1903 | Matrimonio de Ignacia García del Pozo y Manuel Magariños Mera. |
1907 | Nacimiento de Antonio Magariños |
1908 | Nacimiento de Carlos Magariños |
1912 | Defunción de Manuel Magariños Mera |
1913 | Ignacia García del Pozo solicita el ingreso de Carlos (con 5 años) en el Colegio de San Ildefonso. |
1914 | Carlos es admitido en el Colegio de San Ildefonso |
En 1923, Carlos culminó sus estudios en el Colegio de San Ildefonso con un pensionado que le permitió estudiar en la Escuela Industrial de Madrid y en 1927 empezó a trabajar en la Cooperativa Electra.
Esta es la instancia en la que Ignacia García del Pozo solicitó la admisión de su hijo Carlos en el Colegio de San Ildefonso. Incluyo también una transcripción del texto:

Excelentísimo señor Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Madrid
Ignacia García del Pozo, natural de Madrid, viuda, domiciliada en la calle de Mendizabal nº 61, piso bajo a Vuestra Excelencia respetuosamente expone:
Que teniendo un hijo llamado Antonio Carlos Magariños García, que el día 23 del actual cumple 5 años solicita de V.E. le sea admitido en el Colegio municipal de San Ildefonso toda vez que se halla en las condiciones exigidas para el ingreso en dicho establecimiento, por ser natural de Madrid y carecer de padre por fallecimiento de este.
Gracia que espera merecer de la bondad de V.E. cuya vida guarde Dios muchos años.
Madrid 23 de Septiembre de 1913
Ignacia García del Pozo
De esta solicitud siempre me ha impresionado que escribiera primero el nombre de Antonio, lo tachara y lo sustituyera por el nombre de mi abuelo. ¿Sería un lapsus o un cambio de planes de última hora?
También me impresiona que escribiera la instancia el mismo día del cumpleaños de mi abuelo.
Por supuesto, los niños de San Ildefonso son conocidos en todo el mundo por la lotería. Mi abuelo también cantó los números de los sorteos. Según contaba, una vez cantó un premio y el ganador les dio a él y a su compañero una propinilla.


